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viernes, 5 de agosto de 2011

La Justicia reconoce la identidad de una persona trans en Santiago del Estero

Rosa Falco, jueza del Crimen de Quinta Nominación, hizo lugar a un amparo presentado por una persona trans de Santiago del Estero para que cambie su nombre y su sexo en el documento de identidad, según lo dio a conocer anoche Luisa Paz, coordinadora en la provincia de la Asociación Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (Attta), en lo que sería el primer caso de esta naturaleza en la provincia y en el Noroeste Argentino.


La activista se mostró sumamente complacida por la decisión judicial, aunque se excusó de brindar mayores detalles sobre la identidad de la persona objeto de esta resolución judicial.
Trascendió en ámbitos tribunalicios, que se trata de una mujer de 43 años, oriunda de la provincia de Buenos Aires y que actualmente reside en la capital santiagueña, quien solicitó usar un nombre de varón. El fallo autoriza un “cambio de identidad registral”, que significa la rectificación de toda la documentación de la persona.
“El fallo lo ha firmado hoy (por ayer) la jueza y no podemos brindar mayores precisiones sobre la identidad de esta persona. Además queremos que se haga público una vez que le entreguen su nuevo documento en el Registro Civil”, indicó Paz.
Precisamente, Luisa Paz es una de las personas trans que tiene pendiente de resolución una causa en la que pidió modificar su documento nacional de identidad.
“Esto es muy importante, porque va a significar que las personas trans de Santiago puedan tomar como antecedente este caso para presentar su recurso de amparo. Sobre si se tiene en cuenta que en la Justicia no todos los jueces entienden la necesidad de la persona de ser quien es reflejada en el documento. A mí me pasa que hoy yo soy una persona, pero mi documento dice que soy otra. Cuando uno pueda concretar esa conjunción, recién se va a sentir íntegro en su totalidad”, analizó Paz.
Dijo que la medida despertó gran entusiasmo en varias “chicas trans que tienen pensado presentar un recurso”.
“Esto abre un camino a muchas chicas que están en estas condiciones en Santiago, y lo que es muy importante, abre el debate, más allá de que opinen a favor o en contra. Me parece que el ponerlo en discusión de la sociedad sirve, porque de esa manera vamos a crecer todos. Porque si bien existe información sobre identidad de genero, consideramos que la sociedad todavía está cerrada a estos temas de los que ni siquiera quiere oír hablar”, consideró.
Luisa Paz reveló que Santiago tiene arriba de 600 personas trans, aunque aclaró que “no todas están con interés en cambiar su identidad, porque es un proceso delicado, donde desde lo interior deben tomar la decisión, y a muchas la exposición, presentarse ante tribunales y sentirse juzgadas no les gusta, y desisten de darse esta oportunidad”.
“A partir de este fallo se sienta un precedente importantísimo en la provincia y en el NOA, y creemos que aquellos compañeros y compañeras de otras provincias van a tener esta referencia, porque confirma todo lo que se necesita, que es el cambio en el documento de nombre y también de sexo, sin necesidad de llegar a la operación. Eso se consigna en el fallo”, precisó.
vía El Liberal


FUENTE: http://www.agmagazine.info/2011/08/05/la-justicia-reconoce-la-identidad-de-una-persona-trans-en-santiago-del-estero/

jueves, 4 de agosto de 2011

Historia de las costureritas que dieron el buen paso

Una cooperativa de transexuales prepara para entregar los primeros 200 manteles de elaboración propia.

Por Laura Hintze.
elciudadanoweb


“Yo laburé de todo eh. De albañil, metalúrgico, en fábricas. Ahora tengo ganas de estar acá”, contaba La Chula, rodeada de máquinas de coser y de compañeras que iban y venían entre hilos y tijeras. La Chula tiene 30 años y está en camino a ser “trans”. Por ahora, mantiene el aspecto de Walter, pero sólo el aspecto: desde hace unos meses es quien eligió ser, sin doble vida. Ayer, y junto a siete compañeras, todas “trans”, comenzó su trabajo textil en el Centro CulturalLa Toma, donde abrirán un local de ropa blanca, almohadas y, en un futuro, remería. “Me gustaría dedicarme siempre a trabajos formales, pero siendo quien soy. Desde los trece años viví fingiendo ser o no ser, en los trabajos tenía que ser Walter, y cuando le conté a mis compañeros quién soy sentí un rechazo horrible, por eso renuncié”. Este empleo, ese trabajo formal, es el último tramo de un proceso que comenzó en febrero, con la capacitación en industria textil y maquillaje ofrecida porla Subsecretaríade Economía Solidaria y el Área dela Diversidaddela Municipalidadpara quienes, comoLa Chula, decidieron buscar algo más allá de la “clandestinidad” a la que están socialmente obligadas.

“Siempre nos ocupó y preocupó la inserción laboral de los que están fuera del mercado, la población trans entre ellos”, señaló Susana Bartolomé, subsecretaria de Economía Solidaria dela Municipalidad. Trabajandoen conjunto con el Área de Diversidad Sexual, lograron armar cursos de capacitación en maquillaje y costura para transexuales y travestis. Hace poco, las chicas que se estaban especializando en industria textil recibieron un pedido para confeccionar 200 manteles, trabajo que comenzaron ayer y deben terminar para el próximo lunes. Se suma a esto la posibilidad de tener su propio local en el Centro CulturalLa Toma, que en poco menos de dos semanas ya estará habilitado. “Tenían que ver que es posible”, subrayó Noelia Casati, coordinadora del Área de Diversidad Sexual.

Capacitación

“Ya habíamos intentado hacer cursos con héteros, pero por ahí la gente se siente incómoda. Entonces, y lamentablemente, nos juntamos nosotras y vamos todas a un curso en el que no va a haber discriminación porque nos conocemos”, contó Angie Álvarez, de 41 años, transexual, policía y bombera: el ejemplo y sostén de sus compañeras. “Trato de que el grupo se mantenga unido”, contó. “Algunas son chicas conflictivas, vienen de trabajar en otras zonas y piensan que si hay otra es para pelear por el territorio. Entonces yo me pongo en el medio. Y el grupo evoluciona bien”. En ese mismo sentido, Casati explica lo que Angie lleva muy bien a la práctica: “Impulsamos el trabajo asociativo. El afecto empodera mucho, las fortalece”. Así, las chicas pasan de trabajar entre miradas prejuiciosas, la calle, la inseguridad y los insultos, a un lugar donde circulan galletitas y mate, donde una dice “Soy fuego de perfil y de no perfil”, y entra todas se ríen un buen rato. “De esta manera pueden salir, tener un discurso y no ser más un objeto de consumo. La transfobia las pone en la clandestinidad, en la oscuridad”, agregó Casati.

La meta principal que se han puesto es lograr tener una entrada de dinero sin cambiar su aspecto físico. “En muchas empresas sólo te toman por la imagen, y eso nos frena”, explicó Angie. Por su parte,La Chuladestacó que, si bien estos fueron meses complicados, ahora van a tener un local enLa Toma, el trabajo para confeccionar manteles y también puestos en distintas ferias.

Emprendimiento
Este emprendimiento textil está llevándose adelante por siete u ocho chicas de entre 17 y 55 años coordinadas por la capacitadora Graciela Enríquez. La franja etárea tan grande, las distintas realidades sociales que se cruzan, y también la prostitución, hacen que la inclusión y la transformación social y cultural sean un proceso, complicado pero posible al fin. “La realidad social de cada una es por momentos parecida, y por momentos muy distinta. Tiene que ver con lo que cada una puede vivir con su familia y entorno. Hay chicas que ya tienen un trabajo, pero muchas de ellas también trabajan dentro de la prostitución. Y se hace difícil. Ellas tienen que poder querer cambiar su realidad. Lo que más me compromete con este emprendimiento es que ellas, a pesar de tener un trabajo de noche y un horario no determinado, vienen al curso. Se comprometen y quieren cambiar su realidad”, destacó Enríquez.

La Chula siempre se mantuvo entre un “estoy o no estoy”. Por eso dice que la cuestión de la inclusión para ella es mucho más fácil, y entonces se mira y muestra su aspecto de “Walter”. “Siempre me quedé ahí, por miedo al rechazo, a no tener trabajo… nunca fui yo. Pero ahora ya fue, me cansé, quiero ser yo y hacer algo”. Y se pone a coser, para “agarrar” y hacerse su ropa; y todos los miércoles va al curso de maquillaje, “por tiempo y para una también”. Antes, poder maquillarse ayudaba a su doble vida, a cuando salía los fines de semana a trabajar. Ahora dejó todo: la noche, el peligro, las enfermedades. “Son muchas cosas y yo no lo quiero más. Ninguna querría seguir, a todas les gustaría tener un trabajo tranquilo. Y entonces eso, que se arrimen, que no se queden encerradas, porque hay para hacer”


FUENTE: http://www.elciudadanoweb.com/?p=245601

María Pía Ceballos. Estudiante transexual que solicita una modificación de su nombre y DNI

“En pocos días se puede cambiar un documento”



Estudia Ciencias Políticas y trabaja en la Fundación Orígenes, institución dedicada a tareas comunitarias en sectores vulnerables.

A un año de aprobada la ley de matrimonio igualitario para personas del mismo sexo, pide que cambien el nombre masculino que figura en su DNI por el que usa hace años y coincide con su identidad de género: María Pía.

Su solicitud no tiene antecedentes en la provincia y se presentó el lunes en el Registro Civil y el Ministerio de Gobierno, Seguridad y Derechos Humanos. Si bien se habían hecho reclamos similares antes, siempre se tramitaron ante la Justicia.

Sin embargo, María Pía Ceballos considera que persigue un derecho que debe garantizarse en los organismos del Poder Ejecutivo y sólo hará una demanda judicial si no obtiene respuesta.

Con 27 años, espera que su lucha signifique un avance en una provincia que, destaca, “detiene a 20 transexuales por fin de semana”. Su defensora oficial, Natalia Buira, anticipó que presentará un recurso de amparo si no hay resolución positiva para el caso.

¿Hay oposición desde la sociedad al pedido de cambiar el nombre por una cuestión de género?

Es verdad que en la provincia hay sectores conservadores pero también creo que existe una apertura cultural hacia la igualdad de derechos.

Los posicionamientos de algunos grupos que están en contra no se exponen abiertamente pero se sienten. Mi visibilización implicó un ruido y una toma de postura desde el otro lado. Pero creo que, con respeto, vamos a poder entendernos.

Lo que solicito es un reconocimiento registral, que se acepte mi identidad de género y se avalen mis derechos. Es difícil, pero creo en las instituciones y en la democracia. Por eso es que hago este pedido por la vía administrativa.

El Registro Civil y el Ministerio de Gobierno, Seguridad y Derechos Humanos tienen que cumplir con el derecho de todos los ciudadanos y ciudadanas.

Confío en mi sociedad. Creo que tenemos que seguir progresando. Tomé esta decisión en representación de un colectivo y busco sentirme incluida en el ámbito de la educación, el trabajo y la salud.

El reclamo se podría haber presentado en la Justicia como en otros casos...

Hoy siento que no se contempla mi derecho a la identidad y lo planteo a través de esta solicitud. Hay chicas que hicieron presentaciones judiciales pero llevan un tiempo que puede superar los 3 o 4 años. Hubo casos de hasta 10 años de demora.

El 28 de junio se aprobó en Santa Fe un decreto del Gobierno para cambiar un DNI sin necesidad de que intervenga la Justicia y quedó demostrado que en pocos días una chica trans puede tener un nuevo documento donde se respete su identidad de género.

Creo en la democracia en la que vivimos. Tengo que recurrir a las instituciones del Poder Ejecutivo antes de hacer una demanda judicial. Es importante apelar a estos organismos para que digan sí o no.

¿Qué va a cambiar si el Registro Civil acepta el pedido?

Que no voy a tener que negar mi documento a quien me lo requiera. Serviría para sentir que el Estado argentino me reconoce por lo que soy, por lo que hago y por mi identidad, que no es el sexo biológico con el que nacemos sino la esencia de una persona, lo que construye. Nadie me puede negar que sea lo que soy.

Si se llega a dar, voy a sentir que avanzamos hacia la igualdad. Salta es la provincia desde donde más travestis emigran a Buenos Aires.

Hay que plantearse por qué no se quedan, por qué no encuentran otra opción que el trabajo de la prostitución y ver que muchas veces se cierran las puertas y termina siendo una salida para subsistir.

Quiero lograr que no me llamen por el nombre con el que me asentaron en el Registro Civil cuando nací sino que me reconozcan como María Pía y sentir que hay un Estado democrático que me está respaldando.

¿A qué edad surgió esta decisión?

Desde muy chica supe lo que quería. Logré afirmarlo desde que salí de la adolescencia y tomé una decisión definitiva para mi vida a los 20 o 21 años, cuando resolví cuál era mi proyecto de futuro. Tengo 27 años y me siento feliz por todo lo que hice. Llegar a lo que busco sería marcar un antecedente histórico en la provincia y también saber que formé parte de una lucha por la igualdad, no por capricho, sino porque se están violando derechos.

Por fin de semana se detiene a unas 20 o 25 chicas trans, a veces, sólo por estar vestidas de una determinada manera. Una respuesta positiva a mi pedido ayudaría a que muchos vean que también somos seres humanos y merecemos que nos traten con respeto.

¿Qué problemas plantea una identidad de género diferente a la de la mayoría?

En el instituto Manuel Belgrano, en donde estudio, hice una presentación para que se reconozca mi identidad de género. La solicitud fue muy bien recibida y las autoridades están a favor de mi lucha pero aún no tengo una respuesta porque depende del Ministerio de Educación.

Mis profesores y compañeros de clases me tratan por mi identidad de género. Los vínculos que se construyen son más ricos que el papel pero es importante llevar eso también a lo administrativo.

En el ámbito sanitario, vivimos la discriminación. Para ser atendida en un hospital se debe presentar el documento. Muchas veces, por miedo al mal momento esperamos a estar muy enfermas para ir. El sistema de salud no está preparado y muchos médicos no te quieren atender.

En algunas ocasiones se ha argumentado que no se puede cambiar el nombre en el documento si antes no hubo una operación para cambiar el sexo...

Hay muchas personas que se hicieron una intervención quirúrgica y hay que respetarlas. Pero la cirugía debe surgir de una decisión personal y es totalmente autónoma de la identidad de género. Nadie tiene por qué operarse si se siente en plenitud con su cuerpo.

Detalles

La única modificación de documentos por identidad sexual sin ir a la Justicia hasta ahora se logró en Santa Fe.

Se pidió al Registro Civil que cambie el DNI de María Pía Ceballos y otra persona de la cual se preserva la identidad.


Por Jimena Granados


Fuente: http://www.eltribuno.info/salta/Note.aspx?Note=56860