Los derechos en clave trans
La CHA y otras organizaciones de la diversidad sexual presentaron en el Congreso un proyecto que contempla diversos derechos de las personas trans, entre ellos el cambio de nombre sin pasar por la Justicia y que se deje de considerar una patología.
La demanda por los derechos de las personas trans se fortalece en el Congreso. A los tres proyectos (que refieren identidad de género y atención de salud) que aguardan su turno para ser tratados en Comisiones, se sumó una nueva iniciativa, en la que la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (Alitt), la Cooperativa Nadia Echazú, el Movimiento Antidiscriminatorio de Discriminación (MAL) y Futuro Transgenérico compendiaron las necesidades de la colectividad trans. Tras lograr las firmas de diez diputadas y diputados de diferentes bloques, el texto logró estado parlamentario.
Aunque denominado como de Identidad de Género, el proyecto refiere un conjunto amplio de derechos y demandas que van desde la decisión sobre el cambio de los datos registrales hasta la solución de situaciones relacionadas con la salud de las personas trans en distintas etapas de sus vidas, incluso contemplando las infancias de las personas intersex.
Como en los casos de los otros proyectos, esta nueva iniciativa logró apoyos de representantes de diferentes agrupaciones partidarias: Diana Conti y Remo Carlo-tto (FpV), Vilma Ibarra y Martín Sabbatella (Nuevo Encuentro), Margarita Stolbizer (GEN), Cecilia Merchán y Victoria Donda (Libres del Sur), Marcela Rodríguez y Fernanda Gil Lozano (Coalición Cívica-ARI) y Carmen Storani (UCR). El respaldo plural, dijo el presidente de la CHA, César Cigliutti, además de darle estado parlamentario al nuevo proyecto, “refleja el consenso y la diversidad” presente en la Cámara.
La propuesta “se enmarca consignando y promoviendo la no patologización, la no discriminación y la descriminalización de las identidades travesti, transgénero, transexuales e intersexuales, mediante la gestión e implementación de políticas públicas que sean inclusivas”, explican los fundamentos del proyecto registrado como el expediente 8126.
La intención de la iniciativa es promover un cambio cultural a través de la modificación de conceptos clave. En primer lugar, que las identidades trans dejen de ser consideradas enfermedades (la despatologización). Luego, que el reconocimiento de la identidad de género se convierta en un trámite administrativo a realizar en el Registro Civil, en lugar de –como sucede actualmente– depender del resultado de una demanda judicial. En segundo lugar, la “desestigmatización”, que se procura al incorporar “la noción de no discriminación de las identidades trans”. De la disipación del estigma se desprende la última de las intenciones fuertes del proyecto: “La descriminalización de las identidades trans”.
“Sabemos que una ley no va a solucionar las situaciones de exclusión y estigmatización que sufren las personas trans”, declaró la activista trans Diana Sacayán, dirigente de MAL. Pero aun así, aseguró, “seguiremos trabajando fuertemente para transformar estas realidades. Se abre ahora el juego para que las travestis demostremos una vez más que podemos ser protagonistas de nuestras propias políticas”.
El proyecto hace su aparición en momentos en que distintos tribunales porteños deben resolver pedidos de amparo presentados por personas trans deseosas de modificar sus propios datos registrales.
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-156810-2010-11-13.html
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