lunes, 30 de mayo de 2011

CAMPAÑA DEL LAZO BLANCO

Historia de la Campaña

Esta campaña (conocida mundialmente por sus siglas en inglés WRC - White Ribbon Campaing), se creó en 1991 como iniciativa de un grupo de hombres canadienses conmocionados por la llamada Masacre de Montreal.


En esa ciudad, el 6 de diciembre de 1989, se produjo un asesinato de género que conmocionó profundamente a la sociedad canadiense. Ese día, un pistolero solitario asesinó a 14 mujeres estudiantes de la Escuela Politécnica de Montreal, por el «delito» de ser mujeres.


El asesino, Marc Lépine, de 25 años, entró en una de las salas de clases de la Escuela Politécnica en la cual se encontraban unas 60 personas. Gritando «Quiero aquí sólo a las mujeres», amenazó y ordenó a los aproximadamente 48 hombres presentes, que dejaran el aula, alineó a las nueve jóvenes que allí quedaban y tras gritarles que eran «unas feministas» les disparó.


Murieron seis y tres quedaron heridas. Ya había asesinado a una secretaria antes de entrar a esa sala. Luego fue a la cafetería disparando a mansalva y mató a tres jóvenes mujeres. Se dirigió a una segunda sala y asesinó a otras cuatro. Luego se suicidó. Al final de su recorrido, había matado a 14 jóvenes mujeres entre 20 y 31 años.


Él no era estudiante de la Politécnica. Algunos años antes había presentado su solicitud de ingreso a esa escuela para estudiar ingeniería, pero no había sido aceptado. También había sido rechazado en el ejército. Amante de las películas de guerra, Lépine provenía de una familia en la que había sido golpeado cuando niño por su padre y que luego lo abandonaría, junto a su madre y a su hermana.


La carta que se encontró en uno de sus bolsillos mostraba su pensamiento: modelo de misoginia y de autolegitimidad moral para el ejercicio de la Violencia de Género y que se resumía en tres ideas. La primera, las mujeres son responsables de los fracasos de los hombres. La segunda, toda mujer que se cruza en el camino de un hombre exitoso merece ser castigada. Y la tercera, las mujeres exitosas han abdicado de su derecho a ser protegidas por un hombre individual o por el género masculino.


Él odiaba a las mujeres exitosas y a las mujeres feministas. Las chicas asesinadas representaban las usurpadoras del lugar que él creía suyo y que, en su concepción, no debían ocupar: las mujeres no deben estudiar ingeniería, es un rol de hombres. Si él no había podido entrar a la politécnica era porque alguna mujer, por «culpa de las políticas canadienses de discriminación positiva» lo había desplazado.


Su idea obsesiva era que ellas eran el principio y el fin de su infelicidad. Y el 6 de diciembre decidió castigarlas. Así decía en su carta: «Por favor, tomen nota de que si estoy cometiendo suicidio no es por razones económicas sino por razones políticas. He decidido matar a las feministas que han arruinado mi vida…ellas siempre han tenido el talento de irritarme. Quieren mantener las ventajas de ser mujer mientras tratan de arrebatar aquellas de los hombres… Son muy oportunistas, ya que se aprovechan del conocimiento acumulado por el hombre a través de los años. Siempre tratan de subrepresentarnos cada vez que pueden…».


La carta estaba acompañada de una lista de 19 mujeres de Québec que desempeñaban puestos de dirección, o estaban en oficios no tradicionales, como la primera mujer bombera de la provincia y la capitana de policía. Pensaba matarlas a todas. Al final de esta lista, Lèpine escribió: «Estas mujeres morirán aproximadamente hoy. La falta de tiempo (puesto que empecé muy tarde) ha permitido a estas feministas radicales sobrevivir».


La tragedia de Montreal conmocionó profundamente a la sociedad quebequense y canadiense. Ese día, la violencia sexista dejaba de ser un problema exclusivo del movimiento feminista para instalarse en la conciencia de todo el país, convirtiéndose en uno de los primeros casos de feminicidios que salían a la luz pública en América del Norte.


Fuente: http://www.lazoblanco.org/historia-de-la-campana

martes, 3 de mayo de 2011